domingo, 1 de febrero de 2009

¿La inmigración causa desocupación?

¿Los inmigrantes se “roban” nuestro trabajo?

Hoy por hoy, en momentos en donde el capitalismo atraviesa una crisis sin precedentes. En momentos en donde 50 millones de personas podrían engrosar la ya interminable lista de desocupados en todo el mundo. se hace necesario que desmintamos uno de los viejos y lamentablemente eternos argumentos racistas que hoy adquieren notable popularidad. Ahora más que nunca parece ser que los inmigrantes en todo el mundo dejan de ser simples mortales. Se convierten en seres que se “roban” nuestro trabajo.


Una encuesta realizada en 1999 por el Instituto Nacional de Lucha contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI) señala que el 85 por ciento de los entrevistados piensa que los inmigrantes causan desempleo, y sólo el 12,5 piensan que no provocan los actuales índices de desocupación.


Es decir, esta idea consiste en pensar que tenemos mucho desempleo porque “acá dejan entrar a cualquiera”. El paraguayo, el boliviano o el chileno consiguen un empleo y en ese mismo instante un argentino lo pierde. Resulta que el pobre ciudadano argentino ha sido victima de los “ladrones de empleo”, quienes acaban de arrebatarle un trabajo que le pertenecía y merecía por haber nacido en esta tierra y no en otra. De esa manera, el reclamo que la sociedad emana deja de estar dirigido hacia la ejecución de políticas gubernamentales que fomenten el empleo, sino en la inmediata implementación de severas restricciones inmigratorias.

Esta postura ha sido históricamente difundida por los personajes más nefastos que tuvo nuestro país. Fueron los verdaderos responsables del desempleo, la pobreza y el crimen, quienes precisamente se ocuparon de propagar e instalar en el “sentido común” este tipo de aberraciones ideológicas. Pero cuidado, que esta definición del trabajo como un juego de suma cero no se aplica de igual forma para todos. Son sólo los bolivianos y los paraguayos que “inundan” nuestro país quienes cometen esta clase de crímenes. Nunca un norteamericano se “robó” trabajo argentino. Ellos, como miembros VIP del "primer mundo", están para otras cosas.





Los partidarios de la teoría de los “ladrones de empleo” sostienen que los inmigrantes ocupan empleos que de otra manera irían a los nativos. De esa manera, sería esperable que aquellas provincias con mayor presencia de inmigrantes posean el índice de desocupación más elevado del país.

Veamos que tan cierto es eso.


Vamos a trabajar con el Censo de Población, Hogares y Viviendas de 2001, que presenta el INDEC. (Aclaración: toda la información aquí presentada fue elaborada con anterioridad a la llegada del secretario Guillermo Moreno a la institución, en épocas en donde era confiable)





Jugamos un poco con los datos que encontramos dentro y armamos el siguiente cuadro, que contiene la información que buscábamos.

(click en la imagen para ampliar)




"Nos roban nuestro trabajo"

El cuadro nos muestra la distribución del total de la población argentina por provincia y por lugar de nacimiento. Es así como, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, de sus 2.776.138 ciudadanos, 2.459.339 nacieron en el país y 316.739 lo hicieron en el extranjero. Luego, la siguiente columna nos muestra qué porcenjate de extranjeros forman parte de cada ciudad o provincia. En este caso, un 11,4% es extranjero. Por último, colocamos la tasa de desocupación de cada provincia, con el fin de comparar si efectivamente resulta que a mayor inmigración resulta mayor desempleo.

Para facilitar la tarea del lector, pinté con verde las 5 provincias que tienen una mayor porcenjate de extranjeros y con naranja las que tienen un ínfimo porcentaje de los mismos. Al comparar todo ésto con las respectivas tasas de desocupación verán rápidamente que a mayor porcentaje de extranjeros, menor es la tasa de desocupación de la provincia.



Es decir, exáctamente lo contrario de lo que los teóricos anti-inmigración predicaban.

Veamos los promedios.




"Nos inundan, ellos y sus miles de hijos"


Otras de las cuestiones que es necesario que aclaremos es que es diabólicamente falso el hecho de que estamos siendo "inundados" por los inmigrantes. Para probarlo, vamos a ver un gráfico con la proporción de extranjeros sobre la población total a través del tiempo.




Por último, como tiro de gracia a las ideas de los teólogos del naZionalismo, dejamos una tabla y un gráfico que muestran cómo a través del tiempo la tasa de desocupación no aumenta por la llegada de nuestros hermanos latinoamericanos, sino que actúa justamente de forma inversa.









Síntesis: ni hay muchos ni nos roban nuestro trabajo. Además, son pocos los extranjeros residentes en la argentina y forman parte del sector más trabajador de nuestra sociedad.

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